Pilares añejos y bulliciosos

Aquí tenemos otra vez el marco de la Plaza de San Francisco, ahora denominada Plaza de España dirección al Coso.

Me imagino que os sorprenderá como a mí el gran bullicio, que nos transmite la imagen. Todo tiene su explicación son fiestas del Pilar a principios del siglo XX.

Como veís las formas cambian, pues las sayas, gorras sombreros, capas etc que se pueden observar si se mira con detenimiento , se han transformado en indumentarias y complementos muy diversos y diferentes a los de entonces en nuestros días, lo que nos aleja aparentemente bastante de los transeuntes que aparecen en la instantanea, aunque solo sea en apariencia.

Ahora, si nos introducimos en nuestros corazones esto en esencia no es asi, pues la ilusión de los zaragozanos en celebrar, y la alegría que nos produce la llegada año tras año de nuestras fiestas del Pilar, no han variado ya que también todos abarrotamos hoy en dia este lugar y sus alrededores , en este siglo XXI, con la misma ilusión de acogimiento a nuestras fiestas y de adoración a la Pilarica , después de 100 años, nada más ni nada menos.

Ahora es imposible acceder , de forma motorizada durante el periodo festivo ya que los tiempos han cambiado , y se anula la circulación,mientras dura el mismo, a este entorno de la ciudad.

Por lo que se deduce de la imagen de entonces, está claro que aunque, se produjese un gran tropel de diversos métodos de transporte, como coches de caballos, tranvías electricos,coches de época etc, por cierto aparentemente, sin orden ni concierto durante el periodo del festejo al menos, por lo que aquí se muestra; si miramos con detalle, también se aprecia un respeto entre transeuntes, vehiculos etc, que ahora seria imposible de imaginar tal y como se convive en la actualidad entre nosotros, pero eso si todos en la calle celebrando con alegría las fiestas patronales, tanto entonces como ahora.

Y que siga la fiesta y siempre nos muestren las instantaneas del presente y futuro este bullicio, al que nos anima la imagen que nos unamos después del tiempo para homenajear a nuestra Virgen tan querida dentro y fuera de nuestras fronteras, y de la cual me enorgullezco de llevar su nombre.